Werther by Johann Wolfgang von Goethe

Werther by Johann Wolfgang von Goethe

autor:Johann Wolfgang von Goethe
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Clásico, Drama, Romántico
ISBN: 9788441401808
editor: EDAF
publicado: 1997-03-09T05:00:00+00:00


EL EDITOR AL LECTOR

¡C

UÁNTO hubiera deseado tener, respecto a los últimos días de nuestro desgraciado amigo, suficientes pormenores escritos de su propia mano, para no verme en la necesidad de intercalar relatos en la continuación de las cartas que él nos ha dejado!

He puesto empeño en recoger los más exactos detalles de las personas que debían estar mejor informadas, y estos detalles tienen todos un carácter uniforme. Las narraciones convienen hasta en las menores circunstancias. Únicamente en la manera de juzgar los sentimientos de los personajes difieren algo tanto los pareceres.

Sólo nos resta, pues, referir con fidelidad lo que nuestras averiguaciones nos han hecho conocer, añadiendo a esto las cartas o fragmentos de cartas que ha dejado aquel que ya no existe.

No se debe despreciar el menor documento auténtico, teniendo en cuenta lo difícil que es profundizar y conocer los verdaderos motivos, los móviles secretos de una acción, por insignificante que sea, cuando emana de un individuo que sale de la esfera vulgar.

El desaliento y el pesar habían echado profundas raíces en el alma de Werther, y poco a poco habían ido apoderándose de todo su ser. La armonía de sus facultades se había destruido por completo. El ciego y febril arrebato que las trastornaba causó en él los más fuertes estragos, concluyendo por sumirse en un triste abatimiento, más penoso aún de soportar que los males con que había luchado hasta entonces.

Las angustias de su corazón agotaron las fuerzas que le quedaban. Su viveza y su sagacidad se extinguieron. Cada vez se mostraba más sombrío e insociable, y, a medida que iba siendo más desgraciado, se volvía más injusto. Así, al menos, lo aseguran los amigos de Alberto, los cuales dicen que Werther no había sabido apreciar a aquel hombre de corazón recto que, gozando al fin de una dicha largo tiempo deseada, sólo pensaba en afianzar el porvenir de su felicidad. ¿Cómo había de comprender semejante anhelo quien disipaba y entregaba al azar los tesoros de su alma, sin reservarse para lo sucesivo más que privaciones y sufrimientos?

Afirman también que Alberto no había podido cambiar en tan poco tiempo, que era siempre el mismo hombre tan ponderado y estimado por Werther cuando empezaron a conocerse. Amaba a Carlota sobre todo en el mundo, estaba orgulloso de ella, y deseaba verla admirada por cuantos se le acercaban como la más perfecta criatura. ¿Podía vituperársele porque tratara de alejar de ella la sombra de una sospecha o porque rehusara ceder en lo más mínimo la posesión de tan preciado bien? Confiesan, ciertamente, que Alberto abandonaba con frecuencia la habitación de su mujer cuando Werther se presentaba en ella; pero no era, según dicen, ni por odio ni por indiferencia hacia su amigo, sino únicamente porque había notado el pesar secreto que su presencia ocasionaba a Werther.

Un día, hallándose enfermo el padre de Carlota y habiendo tenido necesidad de guardar cama, mandó el coche en busca de su hija. Era una hermosa mañana de invierno. Las primeras nieves habían caído en abundancia y el campo estaba cubierto de blanca alfombra.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.